Sense 8: la conexión.

Cuando me recomendaron la serie, me llamó la atención pero nunca imaginé lo mucho que me iba a gustar, ni el sentimiento que iba a crear en mi.

Son 8 personas, totalmente desconocidas pero que nacieron el mismo día, con una conexión irrompible.

Will Gorski, es un policía de Chicago perseguido por un asesinato no resuelto de su niñez; Riley Blue, nacida como Riley Gunnarsdottir, una DJ islandesa; con un pasado atribulado que la hizo huir a Londres. Van Damme, un compasivo conductor de Matatu en Nairobi con un gran sentido de justicia, como un Robin Hoot. Sun Bak, una mujer de negocios de Seúl y estrella naciente en kickboxing underground; Lito Rodríguez, un famoso actor de películas de acción que oculta su orientación sexual a los medios; Kala Dandekar, una química farmacéutica y devota hinduista de Mumbai que está comprometida para casarse con un hombre que no ama; Wolfgang Bogdanow, un ladrón de cajas fuertes de Berlín que tiene asuntos pendientes con su padre y forma parte del crimen organizado; Nomi Marks, una mujer transexual de San Francisco, bloguera política y hacker.

Es una serie con un tono místico, parecido a The OA. Angel es la madre de todos, por así decirlo, los dio a luz cuando estaban a punto de matarla Whispers, es un hombre que busca matar a todos los sensates, y si la mataba a ella, mataba a todos sus hijos.

La serie tiene dos temporadas, en las cuales nos muestran la evolución de la amistad entre ellos y, el amor, que nace por ser hermanos. Tiene escenas muy buenas, secuencias con un muy buen enfoque y escenarios mundiales que son dignos de ver.

Lamentablemente, la serie fue cancelada por Netflix por no alcanzar los niveles de audiencia que se esperaba, sin embargo, los fanáticos de la serie hicieron lo imposible: metieron tanta presión a Netflix que éste aceptó hacer un capítulo final de 2 horas para cerrar la historia de cada personaje y de la historia en general. Se estrena este viernes, así que hay mucha expectativa por parte de los críticos.