La mente maestra. Parte 1.
- Jhorimar Meza
- 10 may 2018
- 3 Min. de lectura
Me pasa algo curioso con las series que, al final, terminan siendo mis favoritas. La primera vez que las veo solo llego al primer capítulo y no me parecen tan interesantes, sin embargo, pasan meses y decido retomarlas y boom, me vuelan la mente, metafóricamente.
Prison Break fue una de las historias que más me encerró, gracias, también, al crecimiento de sus personajes.
Son cinco temporadas pero se resume en algo muy fácil: Dos hermanos ayudándose a salir de prisión. La mente maestra es Michael Scofield, un joven que fue diagnosticado con una enfermedad llamada inhibición latente, "las personas que sufren de baja inhibición latente ven las cosas de todos los días como usted o como yo; esta lámpara por ejemplo. Pero, mientras que nosotros simplemente procesamos la imagen de la lámpara, ellos procesan todo. La pieza de metal que lo sostiene, la lámpara, los tornillos, todo lo que hay en el interior. Sus cerebros están más abiertos a los estímulos provenientes del entorno. El cerebro de otras personas -el suyo, el mío- no admiten esa información. Tenemos que hacerlo de esa forma para poder preservar nuestra cordura. Si alguien con un bajo cociente intelectual tiene una baja inhibición latente, casi seguramente termine con una enfermedad mental; pero alguien con un alto IQ, casi siempre da como resultado un genio de la creatividad".
Él ideó el plan para que su hermano, Lincoln Burrows, acusado injustamente de matar al hermano de la vicepresidente, saliera de la cárcel pero no solo eso, sino probar su inocencia. Desde tatuarse el mapa en el cuerpo hasta tener cada parte del plan resuelto por si todo se sale de control, la mente de Scofield se nos hace algo brillante porque, si bien es cierto en las primeras temporadas él había planeado todo con tiempo de anticipación el rescate, en las siguientes, en las cuales también las pasan en la cárcel, todo fue de un momento a otro, mediante las situaciones se fueron dando.
Debía tener aliados estratégicos en la prisión para que se le facilitara el trabajo. Scofield los estudió, la historia de cada uno de los que quería en su equipo pero, poco a poco, se fueron sumando algunas personalidades muy curiosas, pero letales en la sociedad.
Sucre, fue encerrado por robo a mano armada en un market, Abruzzi que cumplía una cadena perpetua por ser el jefe de la mafia italiana, T-Bag de por vida por violación y asesinato, C-Note que era un soldado del ejército americano, descubrió que contrabandeaban artefactos y quiso acusarlos, al final, lao culparon a él. Entre otros, que se fueron quedando en el camino.
Sara Tancredi fue, como en La Casa de Papel, la pieza de ajedrez que no pensó tocar jamás. Era la enfermera de la prisión Fox River, se ganó su confianza, se enamoraron y ella le creyó cuando Michael afirmaba que su hermano era inocente. Jugó un papel importante como motivación en la vida de Scofield pero, también, como debilidad, lo que aprovecharon sus enemigos al secuestrarla reiteradas veces.
A lo largo de las temporadas, se juega con la idea de huir, de ir salvando su vida porque son inocentes, de una u otra forma. De una u otra manera, se vuelven compañeros de viaje y aprenden a trabajar en equipo, siempre cuidando sus espaldas, nadie confía en nadie.
Pero, según mi perspectiva, la forma en cómo presentan a Michael es asombrosa. Los planes, el tatuaje, los aliados, el don de poder ver más allá que los demás, el hecho de arriesgar tu vida por tu hermano porque sabes que es inocente, asumir las consecuencias de tus actos, el aprender a convivir con convictos... En todas las temporadas podemos ver a Michael, el hermano menor, cuidando las espaldas de un Burrows descuidado, que trata de estar a la altura del genio que tiene como familia. Un Michael que tiene las respuestas para todo y que está dispuesto a sacrificarse por la tranquilidad de las personas que ama.
La forma en cómo maduran los hermanos y cómo, tras los años, van aprendiendo a tomar mejores decisiones con sus vidas -en general, todos los personajes-.
Estas primeras 4 temporadas nos habían dejado con un sin sabor amargo en la boca, ¿de verdad murió Scofield, siendo tan inteligente?. Solo por eso, solo por eso imploraba una temporada más... Quería ver más del intelecto y astucia para salir de los problemas de este majestuoso personaje, y qué bueno que nos dieron una quinta, siete años después. Más vale tarde que nunca.
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