W.W.: una transformación artística

"Es crecimiento, decaimiento y, luego, transformación" - Walter White.

¿Cómo tuvo tanto éxito Breaking Bad, si fue rechazada por cadenas como TNT o HBO?

Para entrar en contexto, Breaking Bad es una frase coloquial sureña (EEUU) que se usa para hablar de personas que han ido por "el mal camino", un título perfecto para la historia que se cuenta en esas 5 temporadas. Una serie en donde cada detalle en escena, cada nombre de los capítulos, cada nombre y personalidad de los personajes, está muy bien pensado con un propósito.

Desde mi punto de vista, el arma secreta que enganchó a miles fue la evolución del personaje principal, Walter White, caracterizado por Bryan Cranston.

Dentro de su crecimiento, nos presentan a Walter, un simple profesor de química en una secundaria, un buen padre y esposo, con una vida aburrida y monótona, a quien se le ha detectado cáncer, inoperable, de pulmón. Esta enfermedad fue el cerillo que encendió la bomba de tiempo en la que se convirtió, ¿por qué? Porque su sueldo de profesor no le alcanzaba para mantener a su esposa embarazada ni ahorrar para pagar la universidad de su hijo. Quería dejarles un buen futuro luego de morir. No se podía rendir, no quería la caridad y fue entonces que, gracias a Hank por llevarlo a un operativo anti-drogas, esposo de su cuñada y trabajador de la DEA, por quien decide hacer este dinero "fácil".

Sin embargo, con lo que no contó Walter es que todo se le saliera de las manos, porque en el mundo de asesinatos, engaños y drogadictos es imposible no cambiar. Comenzó a usar su álter ego Heisenberg solo cuando iba a "cocinar" la droga, o encontrarse con compradores potenciales; sin embargo, poco a poco, fue adueñándose de toda la mente y cuerpo del señor White. Era el mejor haciendo meta y se había vuelto en la persona más buscada por la DEA, en Albuquerque -lugar donde transcurre la historia-, estaba juntando el dinero para el futuro perfecto de su familia pero, como dije antes, en este mundo de las drogas nada puede salir bien.

Su decaimiento comienza cuando Jesse, su socio, empieza a odiarlo por arruinar muchas cosas en su vida ya que, siendo sinceros, Walter empezó solo a utilizar a las personas para su beneficio aunque, a veces salía su lado humano pero siempre pegado a la razón. Cuando Hank, su cuñado, descubre un libro con las iniciales del dealer que estaban buscando "W.W".

Se vuelve más frío y manipulador, ególatra y sanguinario. Todas sus acciones, malas acciones, llevan a la muerte a Hank; quien solo hacía su trabajo. Es su fallecimiento, lo que hace tocar fondo a Heisenberg: nunca pensó provocar la pérdida de alguien en su familia, pensó que él era dueño y señor de todo. Pierde el apoyo de su esposa e hijo y huye para salvar su vida, algo paradójico. Se hunde en sí mismo, en su soledad, olvidando quién es y solo enfocado en sobrevivir.

La transformación comienza en el final perfecto que tiene la serie.

Como comenté al principio, cada nombre de cada capítulo está pensado estratégicamente, así, el capítulo final se llama Felina ¿por qué?. Tiene dos relevantes significados.

La primera, Fe simbología química de hierro y sustancia que tenemos en la sangre, Li de litio, usado en la fabricación de metanfetaminas y, Na del sodio, un elemento característico en las lágrimas; en conclusión, sangre, metanfetaminas y lágrimas.

Y, la segunda, "El Paso" es una canción de un vaquero que se enamora de una chica, Felina, este amor le ha hecho matar y tener que huir para salvar su vida. Sin embargo, tanto fue su amor a ella que regresó y murió a manos de unos vaqueros a caballo, en brazos de su amada.

Sí amigos, la Felina de Walter White es su laboratorio, su fórmula.

Sale de su refugio con dos únicos propósitos, los cuales cumple: heredarle, sí o sí, el dinero a Walter Jr. (su hijo) y salvar a Jesse, pues los enemigos de Walter y asesinos de Hank, lo tenían prisionero hace ya varios meses. Ha pensado muy bien cómo hacerlo, ni un cabo suelto.

Luego de hacer liberar a Jesse y con un balazo en la parte baja del estómago, Walter se dirige al lugar donde más vivo se sintió: el laboratorio de metanfetaminas y es ahí donde muere.

De lejos ha sido la mejor serie que he visto, con tanto análisis en cada escena, en cada color presentado en la vestimenta de los personajes, en cada nombre, cada significado otorgado a cada detalle, en cada plano, en cada referencia. Una historia que tiene de lógica lo mismo que sorprendente, un crecimiento del personaje principal, junto con los secundarios, que no aburre, no puedes perder el interés porque vas, tú mismo, evolucionando con ellos.

Te enamoras de Heisenberg, así haya cometido tantos asesinatos que juntos le sumarían 7 cadenas perpetuas y 698 años en prisión, de la pasión que pone al cocinar metanfetaminas porque es lo que le ha devuelto la vida, el ser el mejor en algo. Te transmite, directa o indirectamente, esas ganas de callar a todo el mundo cuando te dice que no puedes hacer algo y solo te miran con lástima y ese deseo por salir adelante -claramente, TENEMOS QUE tener una forma de hacer dinero diferente a la de Walter.

Gracias Vince Gilligan por tal obra de arte.